miércoles, 21 de diciembre de 2011

Las botellas arden congeladas

Que me pesan las pestañas , que tengo un gato violinista viviendo en ellas.
Que el centeno que me cubre los ojos no me deja ver más de lo material , no puedo ver ese frenesí.
Que por las venas me corren segundos , minutos , horas y litros de soma. Que no sueño sino duermo.
Que vivo para morir y muero por hacer algo. Que sueño en ser libre y sueño en vano.
Que me espanto en mi cárcel de claveles escupiendo cristal a los cadáveres de mis otros yo.
Que me juzgan mirándome atentos y pescando en el río de sangre , sonríen y descorchan zapatos.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Putas en calcetines &co.

Vendiendo niños para comprar fruta me di cuenta de un hecho: los monos no saben bailar batuka.
Entré en casa y me senté a cavilar. ¿Y si ellos inventaron el caviar?
La noche acechaba el cielo y yo permanecía inmóvil , fijándome en un pelo.
Yacía en el suelo , probablemente planeando formas horribles de matarme.
¡Ah!-Grité -¡Ah!- y con ésto me retiré a un rincón de la habitación , por supuesto sin dejar de mirar al pelo.
Saqué de mi bolsillo el mango de una sartén y apunté al pelo. Algo ocurrió:
El pelo era ahora una cebra con gorro de mago y una pinza en la nariz. Se notaba que hacía pilates.
Me casé con ella y ahora soy el dueño de un bonito microondas. Hace un café pocho.