No ardas el cuenco de magdalenas

Iba yo pedaleando por la calle cuando de repente mi bicicleta se transformó en una moneda y, rodé rodé hasta llegar al cielo. Allí encontré a Dios jugando a las cartas con Ash Ketchup.
-Hola.- Dije , o más bien : pensé.
Nadie me respondía.
-Hola.-Volví a pensar.
Seguía sin haber respuesta, así que me enfadé. Agarré lo que más tenia a mano , es decir ,  una rana y se la lancé a Dios, que cayó desangrado en el tablero de ajedrez en el cual estaban jugando a cartas.
¡Oh mierda , me he cargado a Dios!
Me acerqué lentamente y ví el cuerpo desmembrado ahora y estaba siendo engullido por Ash Ketchup. Acto seguido me asusté y corrí hasta llegar a casa.
Pasaron 3 años y recordaba esa imagen cada día , hasta que me llegó un juego de toallas con mi nombre bordado. Eso fue fantástico y ahora mi baño tenía un aspecto muy veraniego.

¿Te aburres? Apúntate a Botelloga

El pequeño Joui iba caminando y pensando por que Hitler no inventaría un chándal de madera envés de ser el presidente de Rusia. ¿Qué podía hacer en ese día? Quizás inventarse como solucionar la crisis mundial o mejor , tocar el flautín en el Senado.

-Extra , Extra – chilló un niño vendiendo periódicos- con el periódico le regalamos hilo dental utilizado por la madre de Eduard Punset.- Oh que ironía pensó Joui , ese mismo día había comprado pelo de la nariz de ese tal Punset Bimbo.

Entró en la sinagoga y vió a un hombre gordo sentado encima del altar. Tenia un bigote pintado y un gorro de mago , por no mencionar sus orejas con forma de salami. Era salami.

Y es así hijos la história de cómo conocí a vuestra madre.

Blasfemias de Pitagorah

Iva por la calle , andando con cuidado de no romper mis pezones , pues eran de cristal.
De una casa salieron 4 mujeres de colores : Amarillo , rojo , amarillo y verde. Me asusté , apenado corrí , corrí hasta llegar al espacio. ¡La hostia Patxi! Me había dejado la plancha encendida. ¿Le pasaría algo al plátano que tenia atado a la nevera? Llegue al Sol. Aparqué en doble fila y entré en el cine. Que frío hacía coño. En primera fila estaba sentada una pala. ¡Hija de Satanasecillo!. Esa pala había dejado embarazada a mi encimera. Moriría entre terribles sufrimientos.Fui a pegarle una paliza y... me olvidé. ¡Hostia!  Una pala. Me casaré con ella.


Puedes deducir que soy la gorda de sexo en Nueva York. 

¿No estás contento con tu aspiradora? Regálasela a Dios.

Estaba Fraga en un banco sentado y llorando. Era miércoles. San Jerónimo. Él no se llamaba Jerónimo.
Empezó a llover por todos los rincones. De un charco , salió un punky de agua.
-Lo siento majadero. Has suspendido tus oposiciones para pitufo.- Y le chupó una oreja.
Fraga se sentía tan taciturno , lloroso , apenado y derrumbado que no dudó en hacerlo. Se lanzó a la pierna del punky y la mordió. Sabía dulce. Dulce como un jamón en el metro. dulce como un alfiler de miel. dulce como....

El hombre gordo despertó. Había sido un sueño. Ahora volvía a la realidad. Era un hombre gordo atado a una silla. Un limón con una lanza le rodeaba.