miércoles, 1 de agosto de 2012

Viejos recuerdos

Ha salido un monstruo de una máquina expendedora.
No lo veo, pero lo siento. Siento frío , calor y huele a amapola.
Caen tus monedas y las cojo sin preguntar.
He olvidado como olvidar  y no recuerdo como afrontar.
Allí , bajo la lluvia mi cabeza me dice que huya , pero  me quedo.

Negro se vuelve el minuto que pasa lentamente por delante nuestro.
Me he quedado y sigo , me has visto y han resurgido emociones.
¡Vuelve! ¡ Vete!  ¡ Olvídame! ¡Quiéreme! ¡Perdóname! Sigues mirándome.
Como el azul que proyectas te vas sin decirme nada. Vuelvo a morir, vuelve la distancia.

Gárgaras con Neruda.

Llegó incluso a aquel antro mugroso,
la hora de los trazos,
los poetas se alzaron , desafiando a los guerreros.
Poesía sangraba por todas partes y se derramaban los tinteros.
Mil bajas en esta guerra , un río que se desborda.

Y ganaron los férreos , los que manejaban las espadas.
Pero la palabra nunca muere y atraviesa mil barajas. 
caía sangre e inundaba papeles , formaba tirabuzones que escapaban por las ventanas 
y llegó al mar donde volaba como un fénix , la poesía era libre y imperecedera. 
La trataron bien los sordos , ciegos y mudos de todos los países.
Era un buen sustento para su corazón lleno de espigas y agua , agua sexual.