la hora de los trazos,
los poetas se alzaron , desafiando a los guerreros.
Poesía sangraba por todas partes y se derramaban los tinteros.
Mil bajas en esta guerra , un río que se desborda.
Y ganaron los férreos , los que manejaban las espadas.
Pero la palabra nunca muere y atraviesa mil barajas.
caía sangre e inundaba papeles , formaba tirabuzones que escapaban por las ventanas
y llegó al mar donde volaba como un fénix , la poesía era libre y imperecedera.
La trataron bien los sordos , ciegos y mudos de todos los países.
Era un buen sustento para su corazón lleno de espigas y agua , agua sexual.
Recomiendo un respetuoso Harakiri-del-todo-sano para los adjetivos burdos del topicazo de la infinitud poeticastra.
ResponderEliminarPoetas, ¡Bajad a tierra!
El poeta es arrogancia en forma de metáfora
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