Iba yo pedaleando por la calle cuando de repente mi bicicleta se transformó en una moneda y, rodé rodé hasta llegar al cielo. Allí encontré a Dios jugando a las cartas con Ash Ketchup.
-Hola.- Dije , o más bien : pensé.
Nadie me respondía.
-Hola.-Volví a pensar.
Seguía sin haber respuesta, así que me enfadé. Agarré lo que más tenia a mano , es decir , una rana y se la lancé a Dios, que cayó desangrado en el tablero de ajedrez en el cual estaban jugando a cartas.
¡Oh mierda , me he cargado a Dios!
Me acerqué lentamente y ví el cuerpo desmembrado ahora y estaba siendo engullido por Ash Ketchup. Acto seguido me asusté y corrí hasta llegar a casa.
Pasaron 3 años y recordaba esa imagen cada día , hasta que me llegó un juego de toallas con mi nombre bordado. Eso fue fantástico y ahora mi baño tenía un aspecto muy veraniego.
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