Zorras de marfil colgaban de aquellas fuertes cuerdas irlandesas que tendidas por la presión solían cantar ballet.
El señor Papagalufato llegó del trabajo y se quedo 3 segundos contemplándolas. Eso sí que era arte y no lo que hacía su panadero con la lengua y 300 agujas ardiendo.
Entró en casa y abrió el microondas , se desnudó y colocó su ropa cuidadosamente dentro , intentando no molestar al unicornio que vivía dentro. Abrió el frigorífico y sacó una barrita pescanova : en su estado natural era un manjar pero congeladas eran una arma mortal . Arrojó aquella poderosa arma sobre los delfines de la encimera y...los mató. ¡Qué bien! ya podría usarlos como escobilla .
Ahora tocaba desconectar... Si por fin podría admirar su estatua de Mario Vaquerizo , tamaño real , con su pelo sedoso y su cara expresiva pidiendo cerveza. ¿Quieres cerveza? le susurró al oído y todo seguido... ¡Bum! le reventó una botella de alquitrán semicurado en la cabeza. Lo siento Mario , no tenía cerveza jejejejejeje. ¿Quieres Pesi?
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