domingo, 21 de agosto de 2011

Hueveras , religión católica y un machete ruso

Nadie me creerá cuando digo que he experimentado el verdadero terror. Ese que no sale en películas y que sólo experimenta 1 de cada 100 humanos. Terror frío , seco , burbujean te. Fue un día de invierno , entré en mi casa-retrete y lo vi : Era un hombre gordo . No sólo eso. Era más que gordo , era un gordo sudoroso subido en la silla en que yo solía sentarme para comer. Estaba desnudo y tenía sellos por todo el cuerpo. Parecía disfrutar pegándose sellos en su torso desnudo , que al estar sudoroso permitía una fácil adhesión . No era eso lo que me intrigaba. A su lado yacía en el suelo un radiocasete antiguo , en marcha estaba la canción de los pajaritos , algo verdaderamente anti-vintash. Al verme , el hombre esbozó una sonrisa de esas que le cubrían toda la cara y... Se transformó en algo que siempre recordare. Pimienta.

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