viernes, 26 de agosto de 2011

Lubinas , DVD y gafapastas en celo.

El anciano susurró al oído del juez unas palabras que pudo oír toda la sala. No era un susurro , más bien un grito , alejándose de la realidad de aquella tarde verde , en aquella botella de Mixta. Las lubinas no se asombraron , estaban acostumbradas al anciano. Más bien se alegraron, de la forma en que se alegra una lubina : Rompiendo televisores con furia contra el suelo. Así consiguieron que en la sala reinase un perturbador silencio , que poco a poco fue causando erecciones a los miembros del jurado. 
-¡Guisantes  y bicicletas! ¡Deprisa necesitamos guisantes y bicicletas! -chilló el anciano a los centollos que protegían la sala , armados con lápices de colores Carioca.- ¡El juez está a punto de dar a luz , traigan lo que les pido! y ya que van , compren 300 enanos con una mano más grande que la otra , un sombrero rojo ,  que lleven una barra de pan debajo del brazo y silben la melodía de los caza fantasmas. 
Los centollos se fueron y el anciano se percató de que era demasiado tarde. El bebé ya estaba en camino.
Se asomó por el agujero y lo vio : era un bebé paralelogramo rectángulo , que llevaba puesta una camiseta de Iron maiden. el anciano no lo dudó , cojió al aún no recién nacido y tiró de el con fuerza. Lo sacó del agujero y se lo entregó al juez. El anciano se fue por la puerta grande , con las manos manchadas de mermelada y dejando en la sala un nuevo individuo.

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